La Ceremonia de la Pirámide III.

Después de que el espectro hubiera desaparecido, los dos iniciadores se quitaban las máscaras diciendo: "Has sentido el hielo del hierro y no te has retirado; has contemplado el miedo y tu mirada lo ha dominado. En tu país serías considerado un héroe, pero entre nosotros exite una virtud superior al coraje: la humildad voluntaria, que triunfa sobre el orgullo vano. ¿Eres capaz de alcanzar una victoria similar por ti mismo?". Si el postulante asentía, uno de los dos iniciadores presionaba una palanca y aparecía un túnel en la pared, tan estrecho que sólo era posible cruzarlo de rodillas. ' Coge esta lámpara - le decían - y avanza sin miedo . No tienes nada que temer más que a ti mismo en esta prueba solitaria. Este pasadizo es la imagen de la tumba en la que todos finalmente descansaremos en la noche de la vida terrenal, antes de despertar en el amanecer eterno de la vida espiritual . Has dominado el espectro de la muerte, así que ahora ve y triunfa sobre los horrores de la tumba'. Ante la invitación de los thesmothetes, el postulante podía dudar, pero una vez que había dado unos pocos pasos en el interior del túnel la puerta de piedra se cerraba detrás de sí y una voz lejana gritaba: ¡Aquí perecen los tontos que han deseado la Ciencia y el Poder! . Debido a un sorprendente efecto acústico, las palabras reverberaban durante mucho tiempo confundiendo la mente del postulante. La indecisión se mezclaba con el terror a medida que avanzaba, arrastrándose por el interior del túnel y una gran ansiedad se apoderaba de él ...